Título original: Snuff / SlaughterAño de producción: 1976
Duración: 80 minutos
Director: Michael Findlay, Roberta Findlay
Protagonistas: Margarita Amuchástegui, Ana Carro, Alfredo Iglesias, Liliana Fernández Blanco, Mirtha Massa, Enrique Larratelli
Fecha de estreno: 16 de enero de 1976
Más datos
Argumento:
Una pandilla de motociclistas, liderada por un hombre apodado Satán siembran el terror por las rutas, organizando secuestros, orgías y rituales demoníacos.
No, la verdad es que no la recomendamos para los cinéfilos puristas y/o puritanos. Porque la verdad es que la película es muy graciosa a su pesar; que es el peor tipo de gracia a la que uno aspira. La recomendamos para todos nuestros queridos socios que tienen la mente un poco podrida (sanamente podrida) y que quieren ver de qué se trata esta peli que fue una de las pioneras, sino la pionera, en traer a colación el tema del cine Snuff (el asesinato de alguien filmada en vivo de modo casi pornográfico). Tema que tanto desveló a nuestro querido Cronenberg a la hora de rodar su gran "Videodrome".
En este caso tenemos a una pareja de directores americanos (los Findlay), especialistas en filmes de exploitation, y muy malos, por cierto, que se vienen a la Argentina a hacer una peli inspirada en la banda de Charles Manson y sus asesinatos. Juntan a un elenco de argentos angloparlantes. Y hacen una peli mala e intrascendente. Años después Allan Shackleton, un director de pelis pornos y distribuidor de los Findlay, toma la cinta y le agrega un final en el cual durante un rodaje (el cine dentro del cine, vio) asesinan a una actriz; y con ese agregado arma todo un revuelo marketinero, afirmando que fue real, haciendo que gente proteste en los cines donde se volvía a exhibir. Incluso el matrimonio Findlay enjuició a Shackleton ofendidos por lo que había hecho (Aunque la Sra. Roberta después dejó a su marido, se casó con Allan y se entregó de lleno durante un tiempo a hacer cine porno!!)
Todo en Snuff es absolutamente falso y está mal filmado y todo tiene la maravillosa elegancia de un cine clase Z. Así que ya sabéis, amiguitos, tenéis que ver esta película aunque sea por puros fines antropológicos.
Divertíos! (Que aquí en sudamérica es gratis!)
Sniff! Sniff!
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